Paloma Román Marugán
Jaime Ferri Durá
Armando Francesconi
María Angélica Bonilla Bracalente
Barbara Catenaro
Collana “lingue sempre meno straniere” 5
Los estudios de lingüística contrastiva han demostrado claramente que entre idiomas de estructuras semejantes se puede hablar de homología y no de identidad, por lo tanto entre español e italiano, idiomas que reflejan y al mismo tiempo dan origen a dos culturas distintas, se puede hablar de ‘engañosa semejanza’ como confirma la presente investigación en el ámbito del lenguaje político. En efecto, la similitud de estas dos lenguas, tradicionalmente consideradas ‘primas’, es engañosa porque, en general, se basa en falsas correspondencias y desvanece apenas se toma conciencia de su diversidad. Este trabajo puede interesar no sólo al lingüista (italófono o hispanófono que sea) sino también al estudiante (en particular de Ciencias Políticas) que quiera profundizar sus conocimientos a partir de razonamientos contrastivos. Es importante, además, comprender que también en el lenguaje político es necesario averiguar ‘lo que es igual y lo que es distinto’ en los dos idiomas para evitar las trampas de los falsos amigos y la fosilización de errores de interpretación ‘aparentemente’ inocuos.
Siguiendo la clave interpretativa de Marina Fernández Lagunilla, que considera el lenguaje político como un hecho lingüístico dependiente de la situación de comunicación en que se realiza, el análisis aquí propuesto explora los ámbitos donde la enunciación política supone un intercambio verbal, una comunicación directa semejante al diálogo, o sea, el debate parlamentario (cuyo texto escrito es el Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados) y, en algunos casos, se completa con ejemplos extraídos de los diarios más populares de España. Un análisis que es, pues, principalmente de tipo cualitativo (lingüístico) ya que este libro se ocupa más de las características formales del lenguaje político que de sus finalidades.
El objeto del primer capítulo es explicar la organización y el funcionamiento del Sistema parlamentario español, o sea, la ‘situación de comunicación’ que incluye los principales protagonistas, los mecanismos internos y la relación entre Gobierno y oposición. Además, para facilitar su comprensión, se describe el conocido proceso de la ‘transición española’ antesala de un sistema democrático que ya lleva funcionando 33 años. En el segundo capítulo, empleando los recursos de la lingüística contrastiva, se intenta poner de relieve y traducir al italiano los falsos amigos (sobre todo los ‘ilusorios’), las palabras-clave y testigo, las palabras compuestas y, finalmente, los nombres alterados (diminutivos, despectivos, etc.) que se encuentran en el lenguaje político español. En el tercer capítulo se estudia un nutrido número de ‘colocaciones’ presentes en el Diario a las que siguen sus correspondientes equivalencias en italiano. Estas ‘solidariedades léxicas’, pues, ocupan el primer estadio de la fraseología y aunque su sentido suele ser de fácil comprensión, a menudo presentan combinaciones distintas en los dos idiomas. Por último, el cuarto capítulo, es un estudio de los marcadores del discurso que caracterizan tanto el lenguaje coloquial como el parlamentario, si bien, por razones estilísticas propias de cada uno de los registros, la frecuencia de uso y las preferencias no son las mismas.Armando Francesconi